Una de las rarezas que me he descubierto a lo largo de mi semi-larga vida es que tengo un Horrible apego a cosillas, digo cosillas por que cosas representan volúmenes grandes y solo me apego a pequeñas cosas, como boletos de bus de viajes, libretitas con palabras, servilletas con firmas, recuerdos enanos de personas queridas, libros, piedras, pedazos de palitos, restos de papeles, cajitas, la nariz de un pez espada y mi colección mas adorada, persistente y bonita de bolas de cristal como las de las brujas.
Sin contar alguna vez la colección de fósforos (robada a Tomás), de cajetillas de puchos y... como olvidar una colección que hoy no forma parte de mis infinitos cachureos o debe estar en una de mis cajas en la bodega (a mis 26 tengo mas cajas que años)...la maravillosa herencia de la Tía Sisi (Hermana del Tata), una colección de servilletas no tan amplia como me hubiera gustado pero con mucha carga emotiva, de hecho es el único recuerdo que tengo de ella y siempre pienso que la afición por las pequeñas cosas o “cosismo” viene en forma directa de ese lado de la familia, sin ir mas lejos, el Tata es el Sr más cosista que excite en la tierra y cuida como yo cada pequeño detalle de sus cachureos (anda a manipular el Reloj cucú , que miedo!!!!, un paso en falso y no puedes volver a verlo nunca más).
Hay algo en las pequeñas cosas que me produce felicidad en el alma, los detallitos me alegran la vida y guardarlos para verlos y acordarme de momentos, personas, viajes, conversaciones, es algo que me produce una simple y completa felicidad. Una especie de desorden ordenado, una especie de mapa cerebral que sigue a cada "cosita" que se cruza por mi camino que me ayuda a recordar, ya que mi memoria no es tan buena, mi cosismo es un apoyo a mi pasado y reafirma mi futuro, escribe una historia sin palabras, mas bien de olores y formas por que detrás de cada pequeña cosita hay una historia que no se puede olvidar, que no esta siempre en la cabeza, solo cuando por algun motivo esa "cosa" se cae de adonde siempre está o tengo que buscar otra cosa...y aparece...es cuando un millón de recuerdos se me vienen a la cabeza....un agrado...
2 comentarios:
Vaya. Veo que hasta los seres más sensibles sobre el planeta necesitan alguna especie de materialismo. Aferrarse a elementos materiales que nos apeguen a ese insensible mundo del materialismo. Eso que algunos llaman colecciones, que son nada más que un conjunto de elementos que concuerdan por características comunes y que nos satisfacen un instinto de materialidad, de "cosismo". Somos todos volubles, susceptibles. La utopia de las ideas dejó de existir. Somos por lo que tenemos? NO... por favor!!!! que nunca sea así!!!!
Let me know when this changes!!! Please!!!! Ahí me bajo de este mundo!
al leerte hoy, inconscientemente he imaginado a una persona estable, que ha vivido siempre en el mismo lugar; que conserva amigos "de toda la vida"; arraigada, y con un fuerte deseo de que todo siga así.
te he envidiado, o más bien, he envidiado a la imagen que me he formado de ti.
me he movido tanto por este mundo que llegó un momento que tube que decidir deshacerme de los objetos y mantener los recuerdos en la frágil memoria. ya sabes, tres mudanzas equivalen a un incendio, y ya son varias las veces que me he inmolado.
ese cosismo que gozas es utópico cuando eres nómada y pobre. (si eres rico puedes llevar tooodos tus chiches donde quieras, pero si no... a tirar, regalar y, con mucha suerte, recordar). sólo un consejo: fotografíalos. por si algún día tienes de abandonar los originales. yo, nunca lo hice :(
Publicar un comentario