13 de septiembre de 2005
El Mar II
Se escuchaba el mar fuerte….
Estaba en una isla no muy grande venia recién llegando, no conocía como se ordenaban las calles, todavía no tenia muy claro de las dimensiones de la isla, solo intuía que era pequeña por que el sonido del mar agitado se escuchaba por todos lados con una intensidad increíble. De un minuto para otro la gente empezó a desaparecer sentí en el ambiente angustia y desesperación. Me subí al auto y comencé a andar, el mar se sentía cada vez mas cerca, cada vez mas miedo, no conocía el lugar, estaba sola y en la calle nadie …seguí mi intuición , el mar se acercaba, seguía manejando por la isla, en la calle habían muchos autos abandonados y solo un lugar donde me podía estacionar, estuve 30 minutos tratando de estacionarme en un espacio pequeño, hasta que al fin lo logré….cuando de repente por una calle veo una ola gigante venir y de apoco se va deshaciendo hasta llegar a mis pies tan pequeña como yo si hubiera estado en la orilla del mar en marea baja. Lo único que pensé fue: estoy en el centro de la isla. Me salvé.
El Mar
Estaba en una playa de arena blanca, palmeras y mucho sol, me fui a bañar, cuando me interno en el mar me dan ganas de seguir y seguir nadando, empiezo a hundirme debajo del agua, nado,nado y nado en dirección al fondo… y llego hasta el final donde hay dos mujeres durmiendo, afirmadas del suelo como si no flotaran, apoyadas en una alfombra, dormían muy apaciblemente, a mi me dio sueño y empiezo a dormir, parecíamos plantas acuáticas durmiendo en el calido mar, era como si respiráramos igual a los peces, se sentia una paz enorme inexplicable, pasaron por lo menos 2 o 3 horas hasta que me despierto con ganas de salir a la superficie para volver a la civilización, me dispongo a subir y una de las mujeres que está durmiendo en el fondo me dice: No te vallas ya es tarde y es de noche en el mundo, por favor subamos todas juntas para evitar que nos perdamos(con temor en su vos). Desde ese momento sentí un miedo terrible, no se me había pasado por la cabeza el hecho de que en el mundo esté de noche y que no tendría como ubicarme al salir del mar, no me importó, tomé de la mano a estas dos mujeres asustadas y subimos las tres nadando a la superficie.
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